El Movimiento Down de Galicia demanda la cooperación del tejido empresarial gallego en el Día Internacional de las Personas Trabajadoras

Un total de 216 personas participantes en el programa de Empleo con Apoyo de la Federación Down Galicia estuvieron contratadas en empresas ordinarias o administraciones públicas de su entorno durante el año 2024. Este es el mejor dato en lo relativo a oportunidades laborales a personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales desde que la entidad implantó el programa de Empleo con Apoyo en el año 2002.

Por otra parte, el porcentaje de personas usuarias de la bolsa de empleo de Down Galicia que tuvieron acceso a un puesto de trabajo en este período aumentó en relación al año anterior, alcanzando el 80,6%. Este alto porcentaje tiene aún más mérito se tenemos en cuenta el elevado número de participantes en el programa, que en esta ocasión ascendió hasta las 268 personas usuarias, llegando así al máximo histórico, y dejando constancia de la importancia que las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales le otorgan a tener un empleo.

En cuanto a la distribución por localidades, se observa que fueron 76 personas las que trabajaron en 2024 en la zona de Vigo, 39 en A Coruña, 25 en Ourense, 23 en Pontevedra, 22 en el área de Compostela, 18 en Lugo y 13 en la zona de Ferrolterra.

Estas 216 personas contaron con un total de 254 contratos de trabajo, mediante los que los trabajadores y trabajadoras pudieron adquirir experiencia en puestos tan variados como auxiliar de biblioteca, preparación de pedidos online, atención al cliente, vendedor deportivo, operador de logística, celador, peón electricista, azafatos de eventos, expendedor de fuel, ayudante de recepción, masajista, personal de cocina, auxiliar administrativo, auxiliar de farmacia, telefonista, ordenanza, limpieza o personal de cafetería, entre muchos otros.

Despuntan en este período el número de contrataciones indefinidas y lo de prórrogas de los contratos, que suponen más del 76% de las contrataciones totales en el primer caso, mejorando las cifras del año anterior, y llegan a 12 en el segundo. Estos datos ponen claramente de manifiesto la eficacia de las personas con discapacidad intelectual en sus puestos de trabajo, demostrando que tienen capacidades más que suficientes para superar el reto que les propone la sociedad en cuanto al trabajo inclusivo.

Destacan también las 23 formaciones prácticas realizadas por los usuarios y usuarias de las entidades Down en Galicia, con las que refuerzan su motivación hacia el empleo y mejoran sus habilidades sociolaborales. Sumando contratos y formación práctica, el 85,1% de las personas usuarias del programa de empleo de Down Galicia contaron con una oportunidad en el ámbito laboral el pasado año.

No obstante, el principal escollo para el colectivo de personas con discapacidad intelectual sigue siendo la corta duración de sus jornadas de trabajo, no llegando en la gran mayoría de las ocasiones a la jornada completa.

La importancia de la colaboración del tejido empresarial

Aunque desde hace unos años podemos observar cómo se alcanzan buenos datos en la inserción laboral de las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales, el acceso a un puesto de trabajo de forma normalizada sigue siendo uno de los grandes retos de las entidades que trabajan a favor de la inclusión laboral en la empresa ordinaria y en las administraciones públicas.

Según un estudio de la Asociación Europea del Síndrome de Down (EDSA), el 95% de las personas con síndrome de Down que viven en países de la Unión Europea no trabaja. En España, concretamente, “solo el 22% de las personas con síndrome de Down tienen un trabajo y, de ellas, solamente el 10% desarrolla su actividad laboral en el mercado ordinario”, indican desde la Federación Down España.

Por eso, el Movimiento Down en Galicia quiere aprovechar la conmemoración del Día de las Personas Trabajadoras para demandar la cooperación del tejido empresarial gallego e invitar a todas las empresas que lo deseen a conocer más al detalle la metodología “Empleo con apoyo”.

El apoyo del tejido empresarial es crucial para que el futuro de la sociedad se base en la igualdad, equidad e inclusión de todas las personas. En un mundo cada vez más diverso, el empleo inclusivo se convirtió en una necesidad para las empresas y las administraciones que buscan no solo fomentar la diversidad, sino también ofrecer oportunidades en igualdad de condiciones a todas las personas, independientemente de sus características personales.

El empleo inclusivo no solo contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales, sino que también tiene un impacto positivo en las empresas que las contratan. La diversidad en el lugar de trabajo aumenta la creatividad, la innovación y la productividad de las empresas, lo que se traduce en una mejora en los resultados empresariales y en la motivación de los empleados y empleadas.

Pero, sobre todo, la inclusión laboral es la mejor fórmula para que las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales mejoren su calidad de vida, adquiriendo un incremento en sus cuotas de responsabilidad, de autoestima, de actividad, de sociabilidad y de autonomía personal.

Más de 20 años con la metodología Empleo con Apoyo

Fue en el año 2002 cuando las entidades Down en Galicia comenzaron a desarrollar el programa Empleo con Apoyo, diseñado para atender específicamente las necesidades y barreras que las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales encuentran a la hora de intentar acceder al mercado laboral ordinario.

Este modelo se basa en un sistema estructurado de apoyos y acompañamientos para guiar a las personas demandantes de empleo a través de todo el proceso de inserción socio-laboral y asegurar su correcta incorporación al puesto de trabajo. De este modo, las personas que se incorporan a un nuevo empleo cuentan con el apoyo de un preparador o preparadora laboral que se encarga de llevar a cabo una formación específica en el propio puesto de trabajo, para que la persona empleada pueda ir adquiriendo progresivamente una adecuada ejecución de las tareas. El apoyo también se centra en la potenciación de la interacción social con los compañeros y compañeras de trabajo y en la mediación en la relación con ellos para que se desarrolle de manera positiva y natural.

Se trata, en definitiva, de prestar a las personas con discapacidad intelectual los medios, los recursos y los apoyos necesarios que faciliten su participación en el mercado laboral de su comunidad de la misma manera que el resto de ciudadanos y ciudadanas, favoreciendo, de este modo, su incorporación o su estabilidad laboral y, de forma más extensa, su inclusión social.

Avalada por sus buenos resultados, esta metodología se está consolidando como una estupenda fórmula de inserción laboral para aquellos colectivos con más dificultades a la hora de encontrar un trabajo y supone una alternativa idónea a las fórmulas de empleo protegido, basadas en una filosofía claramente asistencial y concebidas con un carácter instrumental y no como perpetradora del cambio ni como solución final al problema.